— Eh, Petka, Petka, — dijo Chapaev, — conocí a un comunista chino llamado Jie Zhuang. A menudo tenía un sueño: que era una mariposa roja volando entre la hierba. Y cuando se despertaba, no podía entender si la mariposa soñaba que estaba haciendo trabajo revolucionario o si el revolucionario soñaba que estaba revoloteando entre las flores. Entonces, cuando arrestaron a este Jie Zhuang en Mongolia por sabotaje, en el interrogatorio dijo que en realidad era una mariposa que soñaba todo esto. Como lo interrogaba el propio barón Ungern, un hombre con gran comprensión, la siguiente pregunta fue por qué esta mariposa estaba a favor de los comunistas. Y él dijo que no estaba a favor de los comunistas. Entonces le preguntaron por qué, en ese caso, la mariposa estaba involucrada en actividades subversivas. Y él respondió que todo lo que hacen las personas es tan feo que no hay diferencia de qué lado estás.

— ¿Y qué le pasó?

— Nada. Lo pusieron contra la pared y lo despertaron.

— ¿Y él?

Chapaev se encogió de hombros.

— Supongo que siguió volando.